Los juicios por brujería, una parte sombría de la historia europea, no fueron tan frecuentes en Italia como en países como Alemania o Inglaterra. Sin embargo, entre los siglos XV y XVIII, Italia también fue testigo de su propia oleada de caza de brujas y juicios, sobre todo en las regiones septentrionales. Estos juicios reflejaban una mezcla de superstición local, fervor religioso y motivaciones políticas, que condujeron a la persecución y ejecución de individuos, (en su mayoría mujeres) acusados de brujería.
El contexto de los juicios por brujería en Italia
A diferencia de la caza de brujas a gran escala que se observaba en el norte de Europa, los juicios en Italia estaban más localizados y variaban según la región. La Iglesia católica y la Inquisición desempeñaban un papel importante en el procesamiento de los sospechosos de brujería, pero las autoridades y los tribunales locales tenían a menudo la última palabra sobre el destino de los acusados. Los juicios italianos solían implicar acusaciones de maleficium (causar daño mediante la magia), herejía y pactos demoníacos.
La mayoría de los acusados eran mujeres, a menudo miembros marginados de la sociedad, como curanderas, comadronas o individuos sospechosos de practicar magia popular. Los juicios solían girar en torno a afirmaciones de que estas mujeres eran responsables de desastres naturales, enfermedades o muertes inexplicables en sus comunidades.
La caza de brujas de Val Camonica
Una de las cazas de brujas más infames de Italia tuvo lugar en Val Camonica, un valle de Lombardía, entre 1518 y 1521. Durante este periodo, más de 60 personas fueron acusadas de brujería, herejía y de hacer pactos con el diablo. Los juicios, dirigidos por la Inquisición, acabaron con la ejecución de muchos de los acusados, la mayoría mediante la hoguera.
Las razones del repentino estallido de acusaciones en Val Camonica son complejas. La inestabilidad política, los conflictos locales y las tensiones religiosas crearon un terreno fértil para las acusaciones de brujería. Muchos de los acusados fueron denunciados por vecinos o sacerdotes locales, lo que provocó una rápida propagación del pánico y el miedo.
Los juicios de las brujas de Triora
Otro episodio significativo de la historia italiana de los juicios por brujería tuvo lugar en Triora, una pequeña ciudad de Liguria, en 1587. Conocida como la «Salem de Italia», los juicios por brujería de Triora comenzaron cuando la ciudad se vio afectada por el hambre, y rápidamente surgieron acusaciones de que las mujeres locales eran las responsables de las malas cosechas. En el transcurso de los juicios, más de 20 mujeres fueron acusadas de brujería.
La Inquisición, dirigida por las autoridades genovesas, interrogó y torturó a los acusados. Muchos fueron encarcelados y, aunque unas pocas mujeres fueron ejecutadas, la mayoría de los juicios acabaron con el encarcelamiento o el exilio y no con la ejecución. Sin embargo, la atmósfera de miedo y sospecha perduró en Triora durante años, marcándola como una de las cazas de brujas más notorias de Italia.
Los juicios de las brujas venecianas
En Venecia, ciudad más asociada al comercio y la cultura, también se celebraron juicios por brujería, aunque con un carácter singular. Los inquisidores de Venecia, aunque ciertamente preocupados por la herejía, también recelaban de la disidencia política, y las acusaciones de brujería solían estar enredadas con cuestiones de clase, género y poder. A diferencia de otras partes de Italia, los juicios de Venecia tenían a menudo un elemento público y teatral, y las denuncias y testimonios públicos desempeñaban un papel clave.
Un caso destacado en Venecia fue el juicio de Isotta Nogarola en 1510. Acusada de practicar la brujería y causar la muerte de miembros de su propia familia, Nogarola fue interrogada por las autoridades venecianas, pero finalmente fue absuelta por falta de pruebas. Aunque en Venecia se produjeron menos ejecuciones por brujería que en otras regiones, los juicios que tuvieron lugar fueron vigilados de cerca por el estado para detectar cualquier indicio de rebelión política o desorden social.
El declive de los juicios por brujería en Italia
A finales del siglo XVII, los juicios por brujería en Italia, como en gran parte de Europa, empezaron a decaer. El auge del pensamiento ilustrado, el aumento del escepticismo ante las creencias supersticiosas y las crecientes críticas al uso de la tortura condujeron a una reducción gradual del número de juicios y ejecuciones. Aunque los juicios en Italia nunca alcanzaron los niveles catastróficos que se han visto en otros lugares, siguen siendo una parte importante de la historia jurídica y cultural del país.
Vestigios de brujería en la Italia moderna
Hoy en día, el legado de los juicios por brujería de Italia aún puede sentirse en ciertas zonas. Por ejemplo, Triora abraza su historia como la «ciudad de las brujas» de Italia, y los visitantes pueden explorar el Museo Etnográfico y de la Brujería, que profundiza en la historia de los juicios y en el folclore que rodea a la brujería en la región.
Ciudades como Venecia y Florencia, con su historia inquisitorial, también ofrecen atisbos de este oscuro periodo. Para los visitantes interesados en explorar el misterioso pasado de Italia, Halloween representa una oportunidad perfecta para descubrir estas historias encantadas. Y con servicios como City Sightseeing Hop-On Hop-Off disponibles en ciudades como Génova, Turín, Florencia y Romaes fácil visitar estos lugares históricos a la vez que aprendes más sobre las leyendas y tradiciones que rodean los juicios por brujería en Italia.
Aunque los juicios por brujería de Italia no sean tan conocidos como los de otros países europeos, siguen siendo un capítulo apasionante de la rica y diversa historia de la nación.