La mejor manera de descubrir la fascinante capital de los Países Bajos es aprovechando la que probablemente sea su característica más peculiar, que es dar un paseo en barco por los canales de Ámsterdam. ¡Reserva tus entradas, sube a bordo de un barco y pasa una hora navegando a través de la historia, la arquitectura y las encantadoras vistas!

El viaje comienza en el centro medieval de Ámsterdam, ¡que te dejará atónito! Data del siglo XIII y está construido sobre un pantano, este primer núcleo histórico tiene características únicas que son difíciles de ver en otros lugares. Precisamente por esto, muchas casas se inclinan literalmente hacia adelante o hacia un lado.

El recorrido continúa hacia la antigua zona portuaria, donde respirará la atmósfera de los oficios de ultramar de las compañías holandesas de la década de 1600. Podrás admirar el "Amsterdam", una réplica fiel de un barco mercante del siglo XVII, y llegar a la gran vía fluvial donde el río Amstel (del que la ciudad toma su nombre) cruza la red de canales.

A continuación, será el turno del Gratchegordel. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el "barrio más nuevo" de la ciudad, construido en el siglo XVII. En ese momento, se excavaron tres grandes canales paralelos que hoy en día se arquean increíblemente a lo largo de un lado de la ciudad. Las casas del canal son hermosas y encantadoras, con sus pintorescas ventanas y su arquitectura típica holandesa.

Este paseo en barco por los canales de Ámsterdam también te permite ver lugares importantes como la Casa de Ana Frank y la Westerkerk. Dispondréis de una interesante audioguía que os contará todo lo que necesitáis saber sobre todo lo que veáis. Cruzarás el Magere Brug (el puente delgado) y podrás sumergirte por completo en el ambiente de una ciudad relajada y elegante.

Esta experiencia es perfecta para respirar el típico pragmatismo holandés. Ámsterdam es famosa por sus rutas en bicicleta y sus ciclistas "animados" (¿peligrosos?), pero con este tour podrás explorar la ciudad a tu propio ritmo, sin miedo a que una bicicleta te atropelle mientras haces una foto de los monumentos.

Sugerencia

Uno de los mejores momentos para subir a un barco en Ámsterdam es por la noche, cuando se pone el sol. Puedes evitar las largas colas diurnas y observar la ciudad cuando las luces empiezan a encenderse. ¡Es simplemente mágico!