Un recorrido con un rico itinerario para pasar una tarde en lancha a motor que conduce al descubrimiento de la costa oeste del Lago de Garda, entre su exuberante naturaleza y los fascinantes pueblos que lo distinguen, tocando lugares históricos que evocan su atmósfera mágica que siempre ha sido muy querida.
Comenzaremos desde la Plaza del puerto del Castillo Scaligero de Sirmione e inmediatamente nos encontraremos con la villa de la famosa cantante de ópera Maria Callas, seguida del centro de bienestar termal Aquaria. Continuaremos hacia el extremo de la península donde, tumbados en la playa rocosa blanca llamada Jamaica, encontraremos las ruinas de la villa romana que llevan el nombre de Grotte di Catullo.
Luego nos dirigiremos hacia el promontorio de la Rocca di Manerba, rodeado por su reserva natural que, desde lo alto de sus laderas, abre el golfo dominado por la pequeña isla de San Biagio, también conocida como Isola dei Conigli,y la espléndida Isola del Garda, donde se puede admirar la suntuosa Villa Borghese en estilo neogótico veneciano, propiedad de la noble familia Cavazza que todavía vive allí hoy.
Inmerso en el panorama, entre las olas del lago y la tranquilidad del vasto parque de la isla privada, será posible refrescarse y disfrutar de un chapuzón en las aguas cristalinas antes de partir hacia Salò, donde tendremos una parada de una hora durante la cual podrá visitar el centro histórico de este encantador pueblo y caminar por la orilla del lago admirando el panorama que se abre a su golfo.
Luego continuaremos hacia la famosa ciudad de Gardone, donde podremos brindar con una copa de Prosecco entre las famosas casas históricas visibles desde el lago, entre estas, la Torre de San Marcos que perteneció a Gabriele d'Annunzio y Villa Fiordaliso, hogar de Claretta Petacci, amante de Benito Mussolini.
Volviendo a Sirmione, en su orilla oriental veremos el manantial de azufre de boila,del que nace el agua termal beneficiosa de Sirmione, antes de concluir el viaje entrando en las murallas del Castillo scaligero donde será posible pasar por debajo del puente levadizo, el único acceso peatonal a la península.